18 septiembre 2006

EL PRODUCTOR PERFECTO

Por el Sr. González/Publicado en La Mosca #105
Capitulo I
Un secreto bien guardado

Corría el año de 1993. La banda se encontraba en el punto mas triste de su carrera, ya que cargábamos con el peso de la deshonra después de haber incursionado arrogante y torpemente en el mundo de las cumbias y las telenovelas. Éramos los apestados del rock nacional. Nos habían dado nuestra carta de retiro en Polygram, después de haber pagado por ella. Estábamos enojados y necesitábamos regresar a nuestros orígenes mas pesados y viscerales, para lo cual habíamos grabado durante los ensayos, un demo en mi portaestudio de 4 canales. Buscaríamos un productor y ya teníamos en mente a alguien muy importante.
Pero regresemos en el tiempo, a unos meses atrás. Como habitualmente lo hacía, una mañana hablé por teléfono con el guitarrista del grupo, Santiago. Cuando me despedí, dijo: ¨oye, recuérdame que te cuente algo que me esta pasando¨. ¨No me lo puedes decir ahora¨, contesté. La respuesta fue un contundente ¨no¨. Le di poca importancia al hecho y colgamos.
Mas tarde, salí a comer con un amigo a la plaza de Coyoacán y, cuando caminábamos por la fuente de los coyotes, nos cruzamos con un grupo de turistas. Uno de ellos me llamó la atención y recuerdo haberle comentado a mi amigo que esa persona se parecía mucho a John Paul Jones. Comentamos lo factible de esa posibilidad, recordando que alguna vez, otro amigo mutuo se encontró a David Gilmour en el Zócalo. ¿Porqué no estaría el bajista de Led Zeppelin paseando en el Jardín Hidalgo? nos preguntamos y bromeamos al respecto.
El mismísimo John Paul Jones, había compuesto un año antes la obra Macondo para Ricardo Gallardo, excelente músico mexicano integrante del famoso ensamble percusivo, Tambuco. El día anterior, habían presentado la pieza en cuestión en el Palacio de Bellas Artes y, una vez cumplido el compromiso de estrenarla en nuestro país, el rockero ahora convertido en exquisito compositor para percusión, le pidió a Ricardo que lo conectara con las raíces musicales de nuestro país. Este lo llevó a la casa de su amigo, el Negro Ojeda, legendario cantante de sones jarochos, ex-integrante de Los Folcloristas y viejo compañero de escenario de Amparo Ochoa. Total, llegaron a su casa en la calle Juárez, muy cerca de los viveros de Coyoacán y no importando lo temprano del día, brindaron con tequila para darle tono al encuentro. John Paul confesó su gusto por esta bebida jalicience, comentando que solía tener una botella tequilera sobre su amplificador en los conciertos de Zeppelin. Cuando los ánimos se prestaron para el palomazo, el Negro le gritó a su hijo que hablaba por teléfono, para que bajara a acompañarlo con la guitarra y la jarana. El Negro comentó, ¨este es rockero como tu¨, pero a mi me sabe acompañar con sentimiento tlacotalpence. No pasó mucho tiempo cuando ya estaban los tres, con John Paul tocando el piano, improvisando en la sala de la casa y el hijo del Negro, mi estimado Santiago, como no queriendo la cosa, intercalaba en su ejecución algunos riffs zeppelianos. Después de unas horas, el caballero inglés se despidió y se fue a conocer el centro de Coyoacán donde se cruzó con un incrédulo, pero buen fisonomista servidor de ustedes. Al día siguiente, cuando volví a hablar con Santiago, al fin me contó eso ¨increíble¨ que le había pasando.
Pero volviendo al momento en donde terminamos nuestro demo, hicimos una copia para el famoso amigo del joven Ojeda. En un sobre con destinatario: John Paul Jones, se lo mandamos con nuestra petición para que nos produjera. Unas semanas después hablamos a Inglaterra para conocer su respuesta. Nos comentó que se sentía muy halagado de que lo consideráramos para trabajar con él, pero que tenía su agenda sumamente cargada y que estaría libre hasta el 95. Supusimos que era una manera muy elegante de decirnos que no, pero igualmente quedamos muy agradecidos con su atención.
En fin. Cuando le dije a Santiago que porqué no me había confesado que estaba con él cuando hablamos por teléfono esa mañana, me pregunto: ¨¿Que hubieses hecho si te lo decía?¨. ¨Le habría caído a tu casa. Después de todo, una percusión no les habría venido mal¨, contesté. ¨Por eso no te dije mi querido Diablo¨, contestó el ojeis.

Capitulo II
¿Comerciales?

Después de la olímpica bateada de John Paul Jones, no dejamos que el ánimo de la banda decayera y analizamos otras posibilidades. Necesitábamos un productor que por una parte entendiera la viseralidad de nuestro nuevo sonido y que por otra, comprendiera nuestra propuesta sincrética, es decir, nuestro mestizaje musical.
Propuse a Mitchell Froom, productor de Los Lobos, que en aquel 1993 era esposo de Susane Vega y su trabajo como productor, me parecía de lo mas vanguardista. Nuestra amiga en Los Angeles, Raquel Escudero, intentó contactarlo y fue imposible.
Luego pensé en David Byrne, al cual siempre he admirado mucho. Sabía que vendría a México, ya que su esposa trabajaba en una organización que combate al SIDA e iban a hacer un evento en el Teatro de la Ciudad, en donde se presentarían juntos Celia Cruz y el ex Talking Heads, para cantar la ahora clásica canción, Loco de Amor. Gracias a la ayuda de mi amiga, la periodista Rocío Macías, le hice llegar a Byrne por medio de una de las organizadoras del evento, un paquete con el susodicho demo y nuestros datos.
Lanzamos un nuevo anzuelo y esperamos a ver si esta vez picaba. No teníamos como contactarlo telefónicamente y él aun no había tenido su acercamiento a la escena del rock nacional, como lo hizo años después con Café Tacvba y Los de Abajo. Dependíamos de que él quisiera contestarnos y solo contábamos con la esperanza de que una señora desconocida le hubiese dado nuestro paquete y que él, a su vez, no lo hubiese olvidado en alguna parte.
Mientras esperábamos la respuesta y el año se terminaba, me dedique a visitar todas las disqueras transnacionales. ¨El demo¨, fue recibido con cierto desprecio en casi todas partes. Pero en EMI, Adrián Posé que se nos presentó como Director Artístico de esta empresa, se mostró muy amistoso e interesado por nuestro trabajo. En su oficina, recuerdo que tenía una envidiable fotografía de Janis y nos confesó que estaba por firmar a otra banda de rock, unos chavos de Neza, llamados Las Víctimas del Dr. Cerebro. Sonaba a que habíamos llegado al lugar indicado. Nos propuso que para nuestro disco, pensáramos en un productor nacional, para que todo fuera mas sencillo y se puso sobre la mesa el nombre de nuestro amigo Sabo Romo. Nos citamos con el ex Caifán en un Vips y se dio buena química. Nos comenzamos a familiarizar y entusiasmar con esta nueva circunstancia cuando, después de un par de semanas de pláticas y planes, la tierra se tragó al Sr. Posé. Su secretaria, ya me contestaba con verguenza, ante las constantes evasiones de su jefe. Y nuestro amigo, dejó de contestar su celular inexplicablemente. Se habían esfumado. ¿Que pasó????? Nunca lo sabremos.
El tiempo corría y los sucesos que el país vivía junto al cambio de año, hicieron que se polarizaran las opiniones políticas en nuestra sociedad. Seguimos añadiendo temas al demo y llegó el alzamiento zapatista, el asesinato de Colosio y por otra parte, nuestras canciones llenas de rabia, coincidían con ese México que mostraba su cara cubierta por un pasamontañas y que sentíamos la cara de todos. La opción de hacer un disco independiente, producido por nosotros mismos, nos parecía consecuente con nuestra percepción de México.
Pasaron muchos meses desde la historia del paquete y cuando dábamos por perdido el tema de trabajar con un productor, en marzo del 94 nos llegó una postal desde Nueva York que decía: . (Gracias por la cinta. Suena bien. Como sea, tal vez es muy comercial para mi y Luaka Bop. David Byrne). ¿Quién es Luaka Bop? nos preguntamos, sin entender que era el nombre de la naciente disquera que él había creado. ¿Comerciales? eso si que nos dio risa. Ojalá así pensaran de nosotros en el resto de la industria. Total, vimos otra esperanza que se esfumaba frente a nosotros en forma de postal, aunque quizás, ahora ya no nos importaba tanto.

Capitulo III
La compañía de Jesús

Entre las puertas que fui a tocar, estaba Discos Culebra de la compañía BMG. Me atendió el ex guitarrista de Neón (los mismos del papareo-papa-uereo), Humberto Calderón alias, El Mucu, que tenía a su cargo este subsello de transnacional disfrazado de disquera independiente. Les estaba yendo muy bien con sus tres primeras bandas: La Lupita, Santa Sabina y La Cuca. Según me explicaba El Mucu, no querían involucrarse con bandas veteranas como nosotros. Le agradecí su franqueza y seguí mi camino. La idea de autoproducirnos, fue tomando cada vez mas fuerza ante las negativas.
Por esa época, tocábamos mucho en el Rock Stock, gracias a que Lyn Fainchtein, la ex locutora de Rock 101 y programadora de eventos de dicho lugar, nos tenía muy buena fe. Una noche que tocábamos ahí, se iba a presentar a unas cuadras, en La Diabla, el primer disco de Fratta, Romántico Desliz. Pero los asistentes a dicho evento, se encontraron con la tragedia de un antro clausurado. Esto provocó que algunos ¨vestidos y alborotados¨, decidieran caminar unas cuadras y entrar a vernos. Así fue como llegó hasta nuestro camerino Saul Hernández, con afán de agarrar la chorcha y acompañado de un español trajeado al que le dijo, vente, vamos a ver a unos cuates bien cagados. Estuvimos bromeando por un rato prosáicamente, hablando de pedos y guácaras. Cuando íbamos a salir a tocar se despidieron, no sin antes invitarnos a visitar el antro que había abierto Saul en Cuernavaca. El siguiente fin de semana se presentaría Cecilia Toussaint.
Yo no pude ir esa vez, pero mis compañeros si. Ahí se volvieron a encontrar al español del camerino que finalmente se identificó como Jesús López, Director General de BMG en México. Dijo que el espectáculo de la otra noche le había encantado y que como era posible que no tuviéramos disquera. Que fuéramos a hablar con El Mucu y que él iba a dar las indicaciones pertinentes que el caso ameritaba.

Una semana después, estábamos firmando nuestro contrato con Discos Culebra e increíblemente teníamos un presupuesto para grabar. El disco salió en septiembre de 1994 producido por nosotros mismos y lo hicimos en Los Angeles, en los Estudios Cherokee con George Tutko, ingeniero de grabacion de Rod Stewart y John Melecamp, entre otros, lo cual fue una gran experiencia. Este disco se convertiría, a mi parecer, en el mejor disco de Botellita de Jerez y le pusimos Forjando Patria.
Por el Sr. González

8 comentarios:

Pami Yasbeck dijo...

Un placer tenerte en la blogósfera. Yo una vez me encontré a Stuart Hamm en el "Paseo Bravo" en Puebla, jojojo.

srgonzalez dijo...

Hola Pam. Es cierto, no lo mecioné porque no venía al caso en esta história, pero alguna vez estuve en un ascensor con Robert Fripp, que por cierto me ignoro aunque lo saludé. Gacho. Te mando un abrazo.

Anónimo dijo...

en este si abia comentarios y respuestas q chistoso encontrarse gente famosa. ase mucho que no leia ese articulo

Anónimo dijo...

esta lista me pareció además de interesante una buena guía para comprar discos...hay que checarla con detenimiento la verdad pero vale la pena...

Arturo Garibay dijo...

Yo nunca me he encontrado a un músico en la calle. Chale. Bueno, pero me encontré a Matt Dillon acá en el centro Guadalajara. ¿Verdad, Moni Moon? (Muérete de la envidia... jejeje... just kidding, Lady Moon).

;-)

¡Un saludo!

bestiahumana dijo...

Muy interesante, la búsqueda del productor perfecto, y todas las historias que se entrelazan, Saúl Hernández, es una persona muy polemica, por todas las broncas que ha tenido, pero pocas veces se saben, pequeños detalles como este.

saludos

Anónimo dijo...

Soy charrockanrolero desde hace como 20 años, y para mí, el mejor disco de botellita (voy a decir una barbaridad, porque la neta yo amo al arau, pero bueno...) es el Forjando Patria, y creo que es uno de los mejores del rock nacional, así que esta anécdota la archivaré en mi memoria rockanrolera. Salud. El Hans
PD: No encuentro este disco ni en el Chopo... donde me lo jallo? (En CD original, claro; en casette lo tengo desde que salió)
PD2: Si vamos de famosos a famosos, yo me he encuentrado a cada rato al cucurrucucú por la narvarte, y ps ver a tu ídolo ídolo no tiene precio, ja! También al Maztuerzo por General Anaya

srgonzalez dijo...

Hola Anonimus... Que bueno que te guste tanto ese disco. No tiene nada de malo que ames al Arau, mientras no me ames a mi... Desgraciadamente el disco esta descontinuado por BMG y solo aparecen unos temas de este disco junto con los del Superespecial en el compilado de ¨Lo mejor de Botellita de Jerez ¨ que sacaron en esta compañia. Es una pena. Ojala se les ocurra editarlo otra vez. A Armando y a Paco los ves por esos rumbos, porque por esos rumbos viven los condenados desde siempre. Saludos. Glez.