03 diciembre 2006

YO ME PREGUNTO...¿Los DJ's son músicos?

por el Sr. González como El Pensador/publicado en La Canica de Guadalajara

¿En que momento, la música dejo de ser un territorio exclusivo de los músicos?

Los DJ's de los años setenta se dedicaban a hacer su arte mezclando hits en las discotecas. Pero a partir de los años ochenta y sobre todo en los noventa, surgieron los remixes y la autoría fue alcanzando importancia. El surgimiento de los Samplers, posibilitó la combinación de partes musicales de viejos discos como nunca antes se había logrado y la creación de Loops. Los secuenciadores permitieron prácticamente a cualquiera, tocar diferentes instrumentos sin desarrollar una técnica ni virtuosismo. La esquizofrenia y la deconstrucción auditiva reclamaron su lugar.

Los DJ's han rebasado el trabajo con la musica bailable y ahora figuran como productores de diversos generos musicales, ya que tienen una visión fresca de como deben sonar las cosas. Pero podríamos preguntarnos ¿Lo que hacen se puede considerar música ó es mera producción? Quitandonos prejuicios con respecto a si nos gusta o no lo que hacen, sus propuestas contienen tres elementos básicos por lo que podríamos decir que si crean música. Estos son: ritmo, armonía y melodía. Algunos consideran que no es suficiente, que la carencia de conocimiento musical lleva a los DJ's a hacer temas monótonos, pero no toman en cuenta que su música tiene una función... crear ambientes, como el de una reunion ó un antro. Funciona perfectamente bien en esos terminos.

Es cierto, porque esa ha sido mi experiencia al trabajar con ellos, que en muchos casos descubren cosas en forma accidental, intuitiva, mas que por un conocimiento convencional del quehacer musical. Yo diría que una buena cantidad de sus hallazgos son así. Pero lo cierto es que también han venido a enseñar a los músicos convencionales nuevas formas de plantear sonidos, de presentarlos, de trabajarlos con las nuevas tecnologías. En una epoca en donde las propuestas musicales no son muy sorprendentes y se repiten, esto resulta verdaderamente enriquecedor e innovador.

Las ofertas más llamativas en los últimos años se han dado, sin duda, en el terreno de la producción más que en el musical y los DJ's han tenido que ver mucho en el asunto. Basta oir el trabajo de Fatboy Slim, The Chemical Brothers, Radiohead, Björk, Bowie, de Hip Hoperos y Trip Hoperos ó la influencia en productores como Mitchell Froom, Brian Eno y Daniel Lanois.

¿Será que no hay nada nuevo que inventar y solo varía la forma de presentar la música o esta visión formalista encierra algún sentido postmoderno? ¿Donde quedaron las canciones? ¿El hecho de que los DJ's hagan música los hace músicos? ¿Cualquier gente, con un poco de gusto, podrá hacer música en el futuro con solo tener una computadora?

¿TU QUE PIENSAS?

YO ME PREGUNTO...¿El rock ha muerto?

por el Sr. González como El Pensador/publicado en La Canica de Guadalajara

Ponerle una fecha de caducidad al rock resulta una tarea dificil. Desde mediados de los años setenta, la muerte del rock ha sido declarada varias veces. Definir la escencia perdida no ha resultado facil dado que es un genero que siempre se ha alimentado de los otros.

Mientras que en los años sesenta, la ruptura y la protesta, el cuestionamiento y el sueño llegaban a su máximo esplendor en una música que unía a los jóvenes del mundo en el hippismo, los años setenta representaron para el rock el desencanto y la seducción de las formas. De ahi la primera impresión de la muerte del género y la confusión. ¿El rock es una actitud?

A partir de ahí, éste empezó a evolucionar en una serie de subgeneros en donde la asimilación de influencias crecería. En esos años, la Psicodelia cambió su visión delirante por el virtuosismo y la fantasía del Progresivo, el Blues se hizo pesado y aparecieron los primeros sonidos del Metal, se sembró la semilla de lo que sería el Pop de los años ochenta con el Glam y se gestó el movimiento más representativo del desencanto, el Punk. El sueño se había convertido en pesadilla. No había futuro.

En los 80s, los sintetizadores toman una importancia en donde, hasta ese momento, la guitarra distorcionada era la protagonista. Esta empieza a sonar más limpia y comienza el predominio de los delays. El Punk se suaviza en el New Wave. La música electrónica reclama su lugar y, la fuerza que el Pop alcanza en esos años, hace pensar a muchos que la sustancia del Rock se perdía en los sonidos artificiales y las imágenes de la recien nacida era del video. Parecía que todo se diluía en propuestas ligeras y el Dark llevaba al desencanto a terrenos estilizados y glamorosos. Una vez más el Rock fallecía ante los ojos de algunos nostálgicos de los años sesenta y setenta.

Sin embargo, la rebeldía y el cuestionamiento a la realidad no habían desaparecido. El discurso de cada década era el que cambiaba. La brecha generacional se hacía presente en una música con espíritu joven. Y como todo joven adolescente, ante los oidos de los mayores que añoraban sus clásicos, el nuevo Rock adolía de un motivo.

Fue en esta época cuando el Rock en español muestra su cara al mundo. No porque no existiera desde antes, pero en esos momentos es donde se entiende como un movimiento con identidad iberoamericana. En esos días, por ejemplo, un artículo en la unión americana decía en su encabezado: El Rock ha muerto y vive en México.

Desde los años noventa, llega el agotamiento de los recursos formales. Aparecen los eclectisismos y la mezcla de lo inmezclable. También la nostalgia se manifiesta ahora en lo reciclado y lo retro. El discurso ahora es el de la indiferencia después del desencanto ante un mundo agotado y roto. La sensación de que todo se ha dicho nos plantea una vez más: ¿Lo que escuchamos sigue siendo Rock? ¿Donde quedó lo contestatario, novedoso y vanguardista? ¿O es que el Rock ya es un folklore?.

¿TU QUE PIENSAS?

YO ME PREGUNTO...¿Porque los músicos hacen play back?

por el Sr. González como El Pensador/publicado en La Canica de Guadalajara

En la televisión mexicana, tantos años de "Siempre en domingo" arraigaron el ritual del musical a base de play backs. Situación que para la empresa televisiva era totalmente conveniente, ya que no tenían que invertir ni en equipo de audio, ni en capacitación de técnicos para lograr la transmisión de música en vivo con un mínimo de decencia. Esto, aunado a una cultura nacional que idolatra al interprete por encima de los compositores de música, ponían a los llamados canta-autores y a las bandas del momento en un segundo plano. De ahí que la habilidad de los músicos al tocar y la magia que provoca una presentación en vivo, bien ejecutada, con el tiempo dejó de tener importancia. El rock de otras latitudes estaba satanizado en México a partir de lo de Avándaro y las posibilidades de escuchar rock nacional en un estudio de televisión eran prácticamente imposibles. La gente se educó pues, por ponerlo en términos simples, oyendo "bonitas letras" en vez de apreciar buena música y viendo a cantantes solitarios en vez de agrupaciones. Ya entrados los años ochentas, ni hablar, la práctica del play back se había institucionalizado.
A los arriesgados músicos que buscaban "por principio" tocar en vivo, les resultaba contraproducente. Aún buscando la forma de tener un control sobre la señal de audio que salía al aire. Los ingenieros de sonido de las bandas, que pretendían tomar el control de la situación, se encontraban siempre ante la resistencia de un técnico de audio, sindicalizado, que no permitía la intromisión en sus dominios, usando criterios burócratas más que profesionales. Éstos por su puesto, no tenían ni la más mínima noción de como debía sonar la banda en cuestión. La gente común, que veía un musical con el audio incorrecto, deducía como conclusión: ¡Que mala es esta banda! Antes que pensar: ¡Que mal sonorizada está!
Por un principio de realidad: "en la televisión se vende imagen, no sonido", por lo que finalmente todos caían en las garras del play back. Hubo algunos programas excepcionales. El programa La Movida con Verónica Castro fue uno de ellos. Pero supongo que lo costoso de un programa con estas características desanimó a Televisa a seguir esta idea. Seguro pensaron que La Gran Familia Mexicana ni se daría cuanta. El colmo resultó, cuando este esquema es exportado a festivales radiofónicos en estadios, con supuesta infraestructura para eventos en vivo y en donde las personas simplemente no identifican que lo que ven es la actuación de una ejecución, y no la ejecución en si misma.
Cuando apareció Televisión Azteca la cosa no cambió, se acentuó. Sin embargo, los canales que han marcado un cambio son los de perfil cultural. Como muestra están algunos programas musicales del canal once y el veintidós (Acústico, por ejemplo). Pensar que en México viésemos programas musicales con la calidad de otros países, implica romper todo un esquema de manejo muy arraigado en la televisión. Es la cultura del Play Back.
¿No será que casi tres décadas de programas de Raúl Velasco, atrofiaron la cultura musical nacional? ¿O, acaso lo que sucede realmente es que la música es lo de menos? Porque si antes lo que importaba eran las letras románticas, ahora son las caritas bonitas ¿Los músicos deberían ser unos mártires y pasar vergüenzas hasta que alguien se de cuenta que se deben producir programas bien sonorizados? ¿Será que la televisión mexicana se adelantó a su época? ¿Se habrán dado cuenta que la música electrónica desplazaría a los músicos y ver a alguien tocando ya no tendría sentido? ¿O le ando buscando tres pies al gato?
¿TU QUE PIENSAS?