07 marzo 2012

LA CIUDAD ABUSIVA



Muchos me ubican como músico, pero tal vez pocos saben que estudié arquitectura. De esa etapa recuerdo que me fomentaron la conciencia por el entorno. Nos inculcaron el valor que tiene tomar en cuenta el contexto en el cual se desarrollarían nuestros proyectos. Nos inculcaron esta ética para ser buenos arquitectos en una ciudad en la cual normalmente se construye dentro del caos, donde no se respetan planes de desarrollo urbano, ni reglamentos, ni usos del suelo, ni altura de los edificios. Todo esto permitido por autoridades corruptas que a lo largo del tiempo han provocado una situación incontrolable. Lo cierto es que tenemos una ciudad pastiche.
Pero tomar en cuenta el entorno de una obra no solo representa un aspecto meramente formal. También se involucran las culturas y tradiciones propias del sitio, los impactos ambientales y el suministro de los servicios y vialidades. El ideal de cualquier obra arquitectónica, es provocar la revaloración de su entorno.


Pero cuando pienso en la llamada Ciudad Progresiva, planeada para llevarse a cabo en las inmediaciones del pueblo de Xoco al sur de la ciudad de México, solo descubro imposición, voracidad y abuso aplastante. En este sitio se pretende construir un conjunto de edificios entre los cuales uno tendrá 60 pisos de altura, el mas alto de Latinoamérica. En muchas ciudades del mundo, los edificios altos se concentran en ciertas áreas destinadas para tal fin. Pero en a Ciudad de México aparecen desperdigados por todas partes. Es una ciudad llena de chipotes que aparecen caprichosamente, mas respondiendo a fuertes intereses económicos, que al orden urbano. Las autoridades correspondientes han autorizado la construcción de la Ciudad Progresiva en una zona donde no se permiten edificios altos y muy cerca del cruce vial de Río Churubusco con Av. Universidad, que ya de por si presenta fuertes congestiones automovilísticas. Pero sobre todo, es evidente el desprecio por el pueblo de Xoco, cuya vida se ve fuertemente afectada por la cercanía a dicha obra. Hay una crítica discusión entre habitantes de la zona y la empresa constructora sobre si las recientes cuarteaduras presentadas en la Iglesia de San Sebastian son el producto de las excavaciones hechas a unos metros, ya que prácticamente colinda con la nueva construcción. Al parecer se están violando toda clase de reglamentos mientras las autoridades se lavan las manos.


Poco se sabe sobre la forma en que la empresa inmobiliaria Ideurban y las autoridades delegacionales pretenden mitigar el impacto que provocará la llamada Ciudad Progresiva. Sería importante para la opinión pública, saber abiertamente quienes son las personas que dieron la autorización de esta inusual obra, así como también ponerle nombre y apellido a los que están detrás de los grandes intereses económicos involucrados.
Por lo pronto, los que si están dando la cara son los habitantes de Xoco, en una lucha totalmente desproporcionada y solitaria. Para mi, la llamada Ciudad Progresiva simplemente no es ética y rompe, mas allá de lo formal, con todos los preceptos de lo que debe ser una buena arquitectura. No dejemos solos a los habitantes de Xoco.

 Notas relacionadas:
 http://www.jornada.unam.mx/2012/02/29/capital/045n2cap
http://www.jornada.unam.mx/2012/01/30/capital/034n1cap
http://www.animalpolitico.com/2012/03/vecinos-de-xoco-realizan-protesta-por-construccion/ http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/109956.html http://xocovive.wordpress.com/2012/03/02/clausura-ciudadana-el-lunes-5-a-las-7-am-en-san-sebastian/
http://www.eluniversal.com.mx/ciudad/110562.html

07 diciembre 2011

Comparto Mi Vida Pop

La vida no deja de sorprenderme. Soy un músico independiente que ha podido realizar una obra musical propia y tengo claro el privilegio que eso representa. Pero comienzo a explorar una nueva faceta del proceso creativo al incursionar en la escritura, misma que se me presenta como un terreno nuevo y virgen para expresarme en forma distinta a la habitual.
Durante el fin de semana pasado presenté, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Mi Vida Pop, libro que escribí mientras convalecía de cáncer. Mi motivación fue la de contarle a mis hijas algunos aspectos de la vida de su padre en lo que, debo reconocer, en algún momento llegué a pensar que sería mi último testimonio para ellas. Al enterarse mi amiga Elena Santibáñez, directora de la editorial Rhythm & Books, me animó a convertirlo en un libro. Así fue como me apliqué a la tarea de escribir algo que, como mosaico textual, combinaría diversas crónicas autobiográficas con sucesos de la cultura pop latinoamericana y del mundo, generalmente ligados a la música, pero que abarcan también programas de televisión, películas, comidas, imágenes, costumbres y modas. No imaginé que al entregarlo, encontraría en la titánica labor de edición de Elena, el perfecto complemento visual que redondeó el trabajo y lo hizo una obra verdaderamente atractiva. Con éste, además de buscar eco en mis congéneres, también pretendo marcar una serie de referencias para que las nuevas generaciones reconozcan el origen de muchas de las manifestaciones culturales que ahora son vigentes. La cultura pop, mas allá de un slogan publicitario en algún canal de videos musicales, es un concepto que define la evolución de movimientos contraculturales que con el tiempo se integran a la sociedad de consumo. Algunos conservan su esencia resistente, rebelde y contestataria. Otros se desvirtúan para convertirse en obras sin sustancia. Esta dinámica nos acompaña de forma clara desde la mitad de la década de los años cincuenta del siglo XX hasta nuestros días.
Es así como reconozco que soy, como muchos de ustedes, un producto de mi época. Por eso decidí llamar al libro, Mi Vida Pop. De venta en Gandhi, El Péndulo, Librerías Gonvill y locales de prestigio.